Satisfacción más que retención
En un contexto en que la productividad, la eficiencia y la innovación constituyen un “deber ser” para cualquier organización, la retención del talento joven se ha convertido en un desafío para los encargados de las áreas de recursos humanos de las empresas.

Según mediciones de LinkedIn, una persona de la generación millennial -que nació entre 1980 y 2000 aproximadamente- cambiará más de tres veces de trabajo durante los siguientes diez años después de titularse. En Aramark Chile, empresa de servicio de alimentación y gestión de instalaciones, cuando contratamos a un joven talento y se va al poco tiempo asumimos que, tras él, deja horas de selección e inducción, y un quiebre en el proceso del equipo de trabajo.
Es así que nuestro deber se transformó en velar porque la experiencia de esta persona sea satisfactoria. Cuando un joven talento pasa por Aramark, debe sentir que creció, aprendió y aportó, pues es la única forma en que esta gestión pase a ser una inversión y nos permita seguir atrayendo a nuevos talentos.
Debemos entregar independencia, darles un espacio a los jóvenes para participar en la toma de decisiones; incluir la mentoría, ya que ellos necesitan admirar, seguir y escuchar consejos de profesionales que les dediquen tiempo; y ser flexibles, porque los millennials nacieron 3D, hiperconectados, y el espacio y el horario no son limitantes para hacer sus cosas.
Tenemos que abrirnos a trabajar en equipo, sin diferenciar por el tiempo que lleva una persona en la organización o por la experiencia laboral que tenga.
Iván Mergudich
Vicepresidente de Recursos Humanos y Asuntos Corporativos